El Período Precerámico, como su nombre lo indica, fue aquel en el cual los hombres aún no conocían la cerámica. Comenzó con el poblamiento del Perú y abarcó todo el proceso de adaptación del hombre al territorio andino. Fue el más extenso.
El Período Inicial empezó con el descubrimiento de la cerámica. Durante este período las aldeas crecieron y estuvieron fuertemente ligadas a grandes centros religiosos.
Después del Período Inicial, hay una sucesión de épocas llamadas «Horizontes» e «Intermedios».
Los Horizontes son aquellas etapas en las que una cultura se desarrolló y ejerció influencia sobre un territorio tan extenso que abarcó un ámbito «panperuano»: la costa, la sierra, el norte y el sur. A lo largo de estos períodos, la cerámica de distintos lugares presentó características en común, por ejemplo, en cuanto a diseños y colores. A esto se añadió un orden social, económico, político y religioso de gran similitud.Los Intermedios son etapas que están entre dos Horizontes. Durante un Intermedio, lejos de haber una «moda única», hay desarrollos y tendencias más bien regionales. Esto implica que distintas culturas estén conviviendo paralelamente.
Durante la época prehispánica hubo tres Horizontes: el Horizonte Temprano (que corresponde a la cultura Chavín), Horizonte Medio (que corresponde a Tiahuanaco y Huari) y el Horizonte Tardío (el de los incas). Estos estuvieron separados por dos períodos intermedios: el Intermedio Temprano y el Intermedio Tardío