La Marinera Norteña
Los Orígenes del género
Los orígenes de la marinera han motivado encendidas polémicas entre africanistas, hispanistas e indigenistas. Ricardo Palma en su libro "Tradiciones Peruanas" escribió que a fines del Siglo XVIII Don Baltazar Jaime Martínez de Compagnon, Obispo de Trujillo, a quien llamó el "Obispo de la Lisura", describió los bailes nativos como bailes de tierra alta y bailes de tierra baja. Con el tiempo este baile de tierra baja fue modificándose tomando aportes e influencias de pasos de baile, música, vestuarios e instrumentos españoles, andinos y africanos; propios del mestizaje que ocurrió en esta parte del Perú con la llegada de españoles y negros africanos ya con la influencia caribeña. Y de este mestizaje de "tierra alta", Huayno, Zamacueca, Jota Aragonesa, Fandango y el minué francés, nació la hoy conocida Marinera. Tras pasar por periodos de olvidos y de haber viajado por todo el cono sur cambiando de aires y nombres, se convirtió en la señorial, coqueta y atrevida Marinera que se ejecuta hoy en día. Por ende este es un baile propio y típico de la costa norte del Perú.
"La marinera es un baile de la costa del Perú, tiene la más limpia carta de ciudadanía; por
nacional, por criolla, o mestiza, todo lo cual es ser peruana. Ella, como nuestro pueblo ha tomado elementos que pertenecieron al blanco dorado y conquistador, al esclavo de ébano africano y al quechua cobrizo sentimental. Hay un indudable pasado negro en la marinera. En cierta parte de la melodía alegre e incitante. En el acoso sexual con que el macho persigue a la hembra. Y en el quimboso donaire con que ésta muele, mediante sus caderas, promesas y esperanzas. Pero frente a tal herencia africana se levanta una española y otra indígena. Ciertos movimientos del pie femenino y la suave elegancia con que la mujer maneja el pañuelo, nos recuerda la jota vivaz y aragonesa. Y a pesar del atuendo colorista del ritmo rápido como una alegría, en toda marinera suena un ay! dolorido con que la voz indígena se queja todavía de los siglos de explotación y menosprecio" (Romero, l930)
nacional, por criolla, o mestiza, todo lo cual es ser peruana. Ella, como nuestro pueblo ha tomado elementos que pertenecieron al blanco dorado y conquistador, al esclavo de ébano africano y al quechua cobrizo sentimental. Hay un indudable pasado negro en la marinera. En cierta parte de la melodía alegre e incitante. En el acoso sexual con que el macho persigue a la hembra. Y en el quimboso donaire con que ésta muele, mediante sus caderas, promesas y esperanzas. Pero frente a tal herencia africana se levanta una española y otra indígena. Ciertos movimientos del pie femenino y la suave elegancia con que la mujer maneja el pañuelo, nos recuerda la jota vivaz y aragonesa. Y a pesar del atuendo colorista del ritmo rápido como una alegría, en toda marinera suena un ay! dolorido con que la voz indígena se queja todavía de los siglos de explotación y menosprecio" (Romero, l930)
En los relatos sobre el Festival de Amancaes se llega a hablar de marinera y de zamacueca
indistintamente, considerándola el mismo género. Solamente el análisis minucioso de la estructura musical y la comparación con estructuras españolas nos dará información sobre su discutido origen africano, árabe, español o indígena; aunque lo más probable es que rasgos de una u otra procedencia se hayan sintetizado en el correr del tiempo.
indistintamente, considerándola el mismo género. Solamente el análisis minucioso de la estructura musical y la comparación con estructuras españolas nos dará información sobre su discutido origen africano, árabe, español o indígena; aunque lo más probable es que rasgos de una u otra procedencia se hayan sintetizado en el correr del tiempo.
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